Tragedia de Once: pidieron 22 años de cárcel para el maquinista
Una de las querellas, que representa a víctimas y familiares en el juicio por la tragedia de Once, acusó la mañana de este lunes de «mendaz» al maquinista Marcos Córdoba por haber asegurado que los frenos del tren no funcionaron. «Si Córdoba hubiera querido frenar el tren en el momento que él ha señalado, a unos 300 metros de la estación de Once, contaba con una capacidad de freno suficiente para pararlo al tren, muchos metros antes del paragolpe», sostuvo el abogado de la denominada querella número 1, Jesús García.
El expositor, que abrió la etapa de alegatos, pidió que el maquinista sea condenado a la pena de 22 años de prisión, y sostuvo que «el tema de los frenos es una cuestión fundamental a fin de desentrañar qué sucedió aquel 22 de febrero de 2012» en el tren que conducía Córdoba al arribar a la estación de Once, donde murieron 51 pasajeros y 789 resultaron heridos.
La querella repasó las distintas conclusiones de las diferentes pericias hechas tras el accidente que concluyeron, dijo García, que «los frenos funcionaban normalmente, al contrario de lo que declaró Marcos Córdoba en varias oportunidades al formular sus descargos». Así, insistió en que los peritos observaron en sus revisiones que «no hay evidencia objetiva de fallo o mal funcionamiento del sistema de frenos de la formación 16», como tampoco en «el freno de emergencia» ni en el sistema de seguridad llamado «hombre muerto».
«Presumiblemente antes de ingresar al anden se habría anulado (por parte de Córdoba) el sistema de seguridad –hombre muerto–», que, de funcionar, accionaba automáticamente el freno de emergencia, remarcó el querellante, e indicó que «la formación 16 ingresó al andén a una velocidad de 26 kilómetros por hora».
La querella sostuvo que «los resultados obtenidos en los dictámenes técnicos que fueron presentados en la causa dan cuenta de que Córdoba ha sido mendaz en sus dichos», al declarar como imputado ante el Tribunal Oral Federal 2. El maquinista está acusado del delito de «descarrilamiento forzoso», con penas de 1 a 5 años de prisión.
A primeras horas de la tarde, la querella número 1 proseguía con su alegato y luego haría lo mismo la querella número 2. El martes hará lo suyo la querella número 3 y la semana próxima, la 4, en un juicio que comenzó el 18 de marzo de 2014.