Refuerzan la fiscalización por temor a un resultado ajustado
Todos confían en que el escándalo electoral de Tucumán no se repetirá. A ninguno de los candidatos le conviene, coinciden. Pero, por las dudas, los equipos de campaña se aprestan para lo peor: un escenario en el que un puñado de votos pueda decidirlo todo. Y para eso refuerzan sus equipos. Preparan fiscales adicionales, enviarán veedores a cada uno de los centros del Correo, lanzarán aplicaciones para teléfonos celulares y mucho más, confiaron referentes de las campañas de Daniel Scioli (FPV), Mauricio Macri (Cambiemos) y Sergio Massa (UNA).
El objetivo es evitar una jornada electoral con denuncias y una noche del domingo y madrugada del lunes con acusaciones cruzadas e impugnaciones. Confían para eso en que los esfuerzos propios y las 30 medidas que dispuso la Cámara Nacional Electoral (CNA) ayudarán a reducir los riesgos, a la luz de las lecciones aprendidas durante las internas de agosto pasado, cuando cada equipo de campaña detectó flancos débiles en la fiscalización.
Desde la justicia electoral esperan un domingo sin sobresaltos, salvo que se dé un escenario que sería «explosivo», según graficó uno de los máximos responsables. «El gran riesgo es uno de extrema paridad, ya sea entre Aníbal Fernández y María Eugenia Vidal, o en algunos distritos, como La Plata. O que Daniel Scioli quede a sólo unas décimas de las cifras necesarias para evitar el ballottage.»
Sin embargo, desde los partidos afirman que esperan una elección nacional con menos dolores de cabeza que en las PASO. ¿Por qué? Primero, porque habrá muchísimas menos boletas en el cuarto oscuro y eso agilizará el recuento. «Y a eso se suman los cambios dispuestos por la Cámara en la carga de los telegramas», indican cerca del candidato del kirchnerismo.
Aun así, el equipo naranja no se desliga de la fiscalización, aunque sí delegó los detalles en los responsables de cada distrito. «No le vamos a decir a Urtubey [por Juan Manuel, gobernador de Salta] o Closs [Maurice, gobernador de Misiones] cómo tienen que fiscalizar una elección, ¿no?», ironizó un estrecho colaborador del gobernador bonaerense.
El apoderado de Macri ante la justicia electoral, José Torello, cree además que los costos políticos tornan inviable otro descalabro como el de Tucumán. «Tendría un efecto desastroso para Scioli, que en caso de ganar nacería como un presidente muy débil y cuestionado, por lo que él está tan preocupado como nosotros de que eso no se repita», dijo.
Eso no quita, sin embargo, que desde Cambiemos apresten una larga batería de medidas preventivas, además de fiscales en todas las mesas -de Pro, del radicalismo y entre 15.000 y 20.000 voluntarios que recibieron capacitación específica-, tres fiscales generales por cada escuela, un equipo de reserva de fiscales cada 10 escuelas y dos fiscales en cada uno de los 250 centros del Correo que en la noche del domingo gestionarán los telegramas para el recuento provisorio.
«Estamos enviando cartas documento a todos los empleados del Correo que estuvieron involucrados en las primarias», añadió Torello, que ahora vislumbra un «flanco débil» muy distinto: «Un riesgo es que el oficialismo intente una opereta mediática la noche del 25, cuando podrían difundir los primeros datos parcializados para dar la sensación de que ya ganaron».
Graciela Camaño es la encargada de cuidarle las espaldas en ese terreno a Sergio Massa, mientras que los apoderados Eduardo Cergnul y Gabriel Mihura Estrada son sus apoderados ante la justicia electoral.
«Ellos [por el oficialismo] tienen muchas herramientas para funcionar como funcionaron siempre, beneficiándose de las debilidades del sistema», planteó Camaño, que enumeró algunos riesgos: la diversidad de documentos de identidad, los troqueles que circulan separados de cada documento, los padrones, el Correo y las autoridades de mesa, entre otros.
Según Camaño, sin embargo, el FR cuenta con fiscales «en todas las provincias grandes» y coordinará esfuerzos en las otras, al tiempo que ultima una aplicación propia que le permitiría montar, dijo, «su propio escrutinio provisorio».
Más difícil aún es el panorama para el frente Progresistas, de Margarita Stolbizer, que coordinará esfuerzos con Cambiemos y UNA para concentrar sus recursos en los lugares más sensibles. «Hay distritos más conflictivos que otros, como Tucumán, Jujuy, Formosa, el interior de Chaco o algunos lugares de la provincia de Buenos Aires, como La Matanza, Moreno, Merlo, Lomas de Zamora, José C. Paz y Malvinas Argentinas», enumeró el apoderado de Progresistas, Ricardo Vázquez.
«La verdad, nos preocupa todo, porque todo lo que puede ocurrir ya ocurrió», explicó. «Cuando decimos que el Correo no es neutral y se puede robar una elección, por ejemplo, es porque ya le ocurrió a Pinky [Raquel Satragno] en La Matanza en 1999 y hoy te lo admiten en el peronismo», añadió.