diciembre 3, 2024

Economía

Los alimentos son hasta 39% más caros en la Capital Federal que en el Conurbano

La dispersión de los precios que tuvieron en mayo los principales productos de consumo masivo en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano terminó generando un dilema a la hora de decidir en cuál de las dos zonas es más barato comer.

De acuerdo con el entrecruzamiento de la información oficial aportada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la Dirección General de Estadística y Censos porteña (DGEyC), el mes pasado fue preferible degustar sándwiches de fiambres variados en pan francés en el conurbano, con diferencias de precios que llegaron al 12,4% en el caso del jamón cocido.

Pero a la hora de comer un asado, las mejores condiciones económicas se ofrecieron del otro lado del Riachuelo y la Avenida General Paz, donde todos los cortes de carne vacuna fueron más baratos, como el asado (-4,1%), paleta (-7,2%) y cuadril (-4,3%).

La comparación entre la ciudad y el conurbano debe realizarse teniendo en cuenta una salvedad: si bien la DGEyC mide los precios solamente en CABA, el área de cobertura del INDEC abarca a todo el Gran Buenos Aires, que comprende a la ciudad y el conurbano y promedia los valores de la región en su conjunto.

Por otra parte, no todos los productos son comparables, porque en algunos casos varían las presentaciones según sus envases y cantidades.

A grandes rasgos, puede decirse que según los relevamientos de precios que realizaron los dos organismos, en mayo fue más conveniente comprar el pan, los fiambres y las frutas en el conurbano, pero a su vez la Ciudad de Buenos Aires resultó más barata para el asado, la leche y, para cerrar el círculo, los elementos de limpieza de cocina.

No obstante, la elección de la guarnición para acompañar el asado puso en un aprieto a quienes buscaron la opción más ventajosa: el tomate fue un 3% más barato en CABA, pero el kilo de papas un 39,3% más caro.

Los huevos de gallina dieron lugar a otra disyuntiva: costaron 10,5% más en la ciudad, pero hacerlos fritos ya no fue tan conveniente en el conurbano, donde el aceite de girasol fue un 4,7% más caro.