Una multitud celebró en el Obelisco el pase a la final del Mundial
El Obelisco quedó corto para los festejos de la gente tras la clasificación de la Selección argentina a la final del Mundial de Qatar, por lo que gran parte de la Avenida 9 de Julio se vio desbordada por una inmensa marea celeste y blanca.
Al igual que en los anteriores partidos, la Plaza Seeber, en el barrio porteño de Palermo fue uno de los epicentros para ver el encuentro por semifinales contra Croacia: un stand con todos los balones de los Mundiales y una recreación del vestuario argentino fue el detalle destacado de esta jornada.
Al tratarse de un día de semana, las pantallas gigantes «salvaron» a más de un oficinista que se retrasó para llegar a su casa. Antes del arranque del partido, en cuestión de minutos un día hábil se convirtió en un feriado: persianas bajas, calles vacías.
Una vez que la pelota empezó a rodar en Doha, nadie más se movió: el que no llegó a su lugar de destino, buscó dónde ver el partido en la calle.